EL COCHE DE LA BARBIE SALIÓ VOLANDO

Esto que os voy a contar ocurrió hace ya algunos años, mientras traducía para Marilyn en el Foro Internacional de las Ciencias Ocultas que, en aquella ocasión, se celebró en el Museo del Ferrocarril de Madrid. Una joven pareja vino a consulta porque habían perdido a su hija de pocos años de un cáncer y querían saber de ella, dónde estaba, qué hacía... Marilyn comunicó con la niña y, para que los padres tuvieran la certeza de que efectivamente se trataba de ella, les dio un dato clave. Les dijo que su hija ya sabía que le habían regalado todos sus juguetes y su muñeca Barbie a sus primas pero les pidió que, por favor, no se desprendieran del coche de la Barbie porque, cuando iba a visitarles a la casa, le gustaba mucho jugar con él. Aquellos jóvenes padres estaban sobrecogidos porque así había sido: habían regalado a las primas de su hija todo menos aquel coche rosa que era el favorito de la niña.

Entonces, Marilyn sacó de su bolso un pequeño coche de plástico de color rosa que hacía tiempo le había regalado su marido y siempre llevaba encima (yo lo llevaba viendo algunos años), se lo puso en la palma de la mano y dijo: "vuestra hija ha tocado este coche y me pide que sea generosa, que me desprenda de él y os lo dé a vosotros como prueba de su amor". Lo que pasó a continuación, fue ver para creer y yo lo vi. Marilyn extendió la mano para entregarle el juguete a los padres y aquel aparentemente inofensivo cochecito de plástico rosa hizo un ruido como el de un Formula 1 al arrancar y salió volando de la mano de Marilyn. Recorrió la habitación por el aire, cayó al suelo y fue a estacionarse entre los pies de los padres.

Ella pegó un grito, yo pegué un salto y los padres lloraban como bebés.

A mi tardó varias horas en pasárseme el susto porque aquel día, tuve la sospecha bien fundamentada de que en aquella habitación había pasado algo muy, pero que muy especial.