La actriz que dio vida a la madre de la niña protagonista en la película ha dicho en muchas entrevistas que los esqueletos que se utilizaron en alguna de las escenas de las películas (fue una serie de tres películas) eran reales y que esto debió enfadar a los espíritus porque cuatro de los protagonistas de las tres partes murieron en circunstancias dramáticas. La niña, al poco de acabar el rodaje de la primera parte de una obstrucción intestinal, a la que hacía de su hermana mayor la estranguló su pareja, el que hacía de reverendo en la segunda parte murió al poco de acabar el rodaje de un cáncer y también falleció de las complicaciones derivadas de un transplante el que hacía de brujo en la segunda parte.
Con razón, Marilyn no quiere ni oír hablar de Poltergeist. Ella no cree en casualidades ni en maldiciones; ella afirma que todos venimos a este mundo con las respiraciones contadas y cuando se acaban, hay que irse...
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