UNA EXPERIENCIA EMOCIONANTE

Hace más de 15 años que traduzco para Marilyn Rossner en sus visitas anuales a Madrid y San Sebastián y en ese tiempo he hecho mi trabajo frente a miles de personas y he visto muchas cosas.

Cosas que a mí, que siempre presumí de escéptica y lo de que el alma existe y el espíritu sobrevive al cuerpo para la eternidad, me sonabaN más bien a chino. He visto tantas cosas, tantas predicciones exactas, tanta información recibida desde el más allá y confirmada por las personas que tenía delante que, al menos, debo decir que ya no estoy tan segura.

Un día, hace algunos años, en un seminario en Madrid, entre los más de 200 asistentes había una mujer a la que yo conocía aunque Marilyn no. Es amiga de mi familia y yo sabía su trágica historia. Una de sus hijas había muerto en un accidente de coche el día que cumplía 18 años y aquel día, precisamente, era su cumpleaños, hubiera cumplido 20. Entre todo el público, Marilyn se dirigió a ella y le dijo: “Tu hija te da las gracias y sabe que hoy, como es su cumpleaños, le has llevado flores al cementerio”.

 Se me hizo un nudo en la garganta y enmudecí. Por primera vez, tuve que pedir disculpas porque la emoción no me dejaba seguir hablando.Fue verdaderamente impresionante. Y como éstas, he visto y oído muchas más cosas…